domingo, 29 de marzo de 2009

Cinderella 6











- Mi niña – la saludo amorosamente María al ver a la joven, abrazándola fuertemente - ¿estás bien? – le pregunto cuando Candy hundió el rostro en su cuello – déjame verte – pidió levantando el rostro de la chica y notando el gran moretón en su ojo derecho – debimos haberte llevado al médico – agrego tocándolo con mucho cuidado ya que cada vez que acercaba su mano la joven gemía del dolor – no puedo creer que te haya golpeado de esta manera – dijo acariciando la mejilla de la joven quien solo la abrazo en busca de protección y calor maternal.


Días antes…


- Candice, cariño – dijo María – Candy - la llamo de nuevo cuando la joven ceñuda paso por su lado y hacia caso omiso a su llamado – Candice – repitió caminando tras ella apresuradamente – ERES UNA DESGRACIADA – grito abriendo de sopetón la puerta del escritorio de Ursulla – NO PUEDO CREER QUE LO HICIERAS, NO PUEDO CREER QUE TERMINARAS ACABANDO CON LA EMPRESA DE MI FAMILIA – prosiguió con sus gritos furiosa, ambas mujeres, tanto Ursulla como María abrieron enormemente sus ojos – Candy… cariño ¿Sobre qué hablas? – pregunto la mujer acercándose a ella cautelosamente – hablo nana de que, ESTA TREPADORA Y VIVORA PONSOÑOZA ACABO CON EL TRABAJO DE TODA UNA VIDA DE MI PADRE – esto último lo dijo acercándose a ella – HABLO DE QUE NO QUEDA NADA, NANA, NADA – continuo entre dientes con la mirada oscurecida, deseaba matarla, desaparecerla de la faz de la tierra para siempre – pero… - María se encontraba sin palabras, no comprendía lo que sucedía – te voy a matar, TE VOY A MATARRRRR MALDITA BRUJA – grito apresurándose hacia la mujer quien seguía estática, sorprendida, la tomo por el cuello y comenzó a apretarlo con fuerza, Ursulla forcejeaba la tomaba del pelo, pero Candice permanecía perdida en su ira, en su decepción, en su dolor – CANDY – dijo María corriendo hasta ella, tratando de alejarla de Ursulla – DEJAME NANA, ESTA BRUJA MERECE MORIR.
- SARA – llamo a la mujer quien entro a la carrera sorprendiéndose con la escena – no te quedes allí mujer, ayúdame – pidió desesperada, Sara solo asintió y camino hasta ellas – Candice, Honey – dijo con voz dulce tomando su mano provocando que la observara con esa verde mirada llena de dolor y lagrimas – AHHHHHHHH – grito sintiéndose inútil, soltando el cuello de la mujer y empujándola provocando que callera al piso y se golpeara la cabeza, abriéndose una pequeña herida – coph… coph – tocia Ursulla sobando su cuello – eres… coph… una maldita… coph… loca – dijo la mujer dificultosamente, Candice la observaba con rencor apretando sus dientes, sus manos, quería deshacerle el rostro de un golpe, quería sacarle el corazón, deseaba hacerle sentir todo el dolor que ella había sentido por tantos años – si… no queda nada, NADAAA – grito esto último apoyando una de sus manso sobre su escritorio para colocarse de pie y la otra sobre su sangrante cabeza – estas en la calle – dijo entre dientes, tratando de herirla – no me importa si estoy en la calle… porque tú… LA GRAN URSULLA MARLOWE TAMBIEN LO ESTA.
- PLAFF – el golpe certero y con puño cerrado fue directo a su ojo derecho, Candice llevo su mano a su ojo y gimió de dolor – nunca vuelvas a hacerlo… porque te juro que te mato Ursulla – la amenazo María deteniendo un nuevo golpe – déjalo así nana – la interrumpió Candice – no vale la pena – agrego observándola con asco – disfrute todo lo que pueda o bueno lo que queda… Señora, aunque ya no queda nada, solo el dinero de las propiedades que vendiste sin MI consentimiento y de eso… no veras nada – esto último lo dijo con ironía y burla, para salir del lugar en compañía de sus hadas.


Final del flashback



- Hay mi niña – dijo la mujer mientras acariciaba suavemente su cabello – Are you Ok Darling? – pregunto Sara quien entraba a la cocina y notaba la presencia de una cabizbaja Candice – yes – respondió sonriente – I love you… no matter what, Ok?
- Uju – asintió abrazándola también – ahhhh… ya – exclamo limpiando las lagrimas que habían escapado – ya, ya, basta de tristeza, recuerden que solo quedan semanas para mi cumple…
- But Honey…
- Pero nada Sara, si no hay dinero, no hay dinero – la interrumpió conociendo a lo que deseaba referirte Sara – además, las tengo a ustedes… el resto sobra – agrego besando la frente de ambas mujeres – bueno… voy al parque, necesito caminar un poco… love u – se despidió desde la puerta de la cocina sonriente – I hope she finds happiness – murmuro Sara mientras abrazaba a María quien lloraba inútil de no poder ayudar en nada a su dulce niña.
- ¿Apurada Cinderella? – demando Terry apoyado sobre el capo de su auto y quien había sido ignorado por la chica durante todo este tiempo, Candice solo hizo caso omiso y siguió su camino – hey… - la llamo caminando tras ella – Cinderella – dijo ahora apresurando su paso ya que la chica prácticamente corría – ¿Por qué huyes de mi? – pregunto tomándola por su brazo y deteniendo el paso – no….¿cómo crees?… es solo que estoy apurada – contesto escondiendo su rostro del joven nerviosa - ¿estás bien? – demando rodeándola para ver su rostro, sin embargo, la joven seguía huyendo de él – detente – ordeno ya frente a ella y tomándola por ambos brazos, Candice solo movió su cabello ágilmente para cubrir su ojo morado, Terry la observo detenidamente, estudiando cada parte de su hermoso rostro, había alga raro en ella, estaba nerviosa y su mirada llena de pena, subió su mano derecha para acariciar su mejilla – ¿estas… - no pudo culminar su pregunta cuando su verdiazul mirada se topo con ese horrible moretón, Candice abochornada corto el toque con un suave manotón – tengo que irme – susurro pasando por su lado - ¿Quién lo hizo?
- Eso no te incumbe… no es tu problema – respondió en voz baja y sombría - ¿Quién lo hizo? – repitió la pregunta apretando fuertemente sus puños enojado, furioso – YA TE DIJE QUE NO ES TU MALDITO PROBLEMA – grito ella alejándose a la carrera del lugar atormentada por esa verdiazul mirada llena de lastima, eso era lo último que deseaba sintieran por ella… lastima, Terry apretó sus puños tratando de controlar su indignación – ¡MALDICION! – exclamo golpeando con puño cerrado el capo de su auto, sintiéndose impotente de no poder ayudarla, de no poder cuidar de ella, se interesaba por el bienestar de otra persona que no era él o su familia, sentía… gracias a ella.


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(Only Human)

Candice bufo algo cansada, dejo caer su cabeza hacia atrás, fijando su mirada en el oscuro cielo, cerro sus ojos tratando de olvidarse del mundo a su alrededor, olvidarse de todo por un instante,
dejar a un lado tanta pena y poder sonreír como lo hacía antes, con su alma y corazón – ahhhhhhhh – suspiro aspirando profundamente el olor a lluvia impreso en el ambiente – espero y sea por mi – escucho decir a una voz tan conocida pero extrañada, Candice abrió sus ojos ¿estaba soñando? – Te extrañe – agrego esa persona tomando asiento a su lado, lentamente la chica retomo su posición y fijo su mirada en él aun en silencio, sin embargo, ya no era la misma mirada alegre y brillante, ahora era opaca y sin emoción - ¿te encuentras bien? – Pregunto preocupado por lo desencajada que lucía - ¿Qué sucedió? – pregunto ahora escandalizado por el moretón en el ojo de la chica – Candy – la llamo colocando su suave mano sobre la mejilla de la rubia quien solo se abalanzo sobre él en llanto desconcertando al chico quien la recibió en brazos y acaricio su sedoso cabello – llora, llora todo lo que quieras, que aquí está tu Príncipe para ayudarte – susurro Albert abrazándola con más fuerza dándole todo ese calor que su frio corazón necesitaba en estos momentos - ¿mejor? – Demando al cabo de un tiempo cuando la chica se alejaba de él y limpiaba sus lagrimas, Candice solo asintió sonriendo levemente – good – agrego deshaciéndose dulcemente de algunos rastros de lagrimas aun impresos en el rostro de la joven – ahora dime ¿Quién te hizo eso? – pregunto acariciando el ojo golpeado de la chica quien solo hundió su rostro abochornada – solo si tú me dices primero donde estuviste – murmuro, Albert solo sonrió – bueno… la verdad es que estuve muy ocupado, tuve que acompañar a mi jefe a un viaje de negocios – dijo algo apenado, Candice solo bufo incrédula, había pensado ciento de cosas raras acerca del chico y solo había estado trabajando - ¿Qué pasa? – pregunto interesado – ¿no me crees? - pregunto preocupado
- Claro que te creo, es solo que... ¿Por qué no me lo dijiste la última vez que nos vimos? No te imaginas lo preocupada que estuve – contesto con algo de decepción en su voz – bueno… pasa que… ¿estabas preocupada por mi? – demando el chico interrumpiendo su respuesta y feliz de lo que había escuchado – pues… pues… - balbuceaba la chica apenada mirando al lado contrario – es que no avisaste y pensé que te había sucedido algo malo – agrego, Albert solo sonrió – perdóname, de verdad nunca quise preocuparte, todo sucedió de improvisto y no pude avisarte, perdón – se disculpo tomando suavemente su pequeña mano entre las suyas y haciendo sentir a Candice en las nubes – no te preocupes – dijo sonriendo como solo ella podía, cuanto la había extrañado – a ver y ahora dime… ¿Quién te hizo eso? – Demando señalando el moretón – es solo que… bueno me entere que las brujas acabaron con la empresa de mi padre fui la encare y este fue el castigo…

(Final)

- ¿LA BRUJA TE HIZO ESO? – pregunto a gritos Albert alarmado colocándose de pie - Prince cálmate, no te pongas así – pidió Candice observando el enojo latente en Albert y la mirada de los transeúntes sobre ellos - ¿Cómo me pides que me calme si te hicieron eso? – pregunto desconcertado señalando de nuevo el moretón en su ojo, Candice solo movió su cabello un poco más para ocultarlo apenada - ahora mismo me van a escuchar ese par de Brujas – agrego alejándose de la chica para luego regresar - ¿Dónde vives? – pregunto en voz baja, la rubia solo comenzó a reírse fuertemente contrariando al rubio – eres aun más hermosa cuando ríes – murmuro arrodillándose frente a ella – Príncipe… no te preocupes ya todo está bien… ya no me duele – dijo sonriendo, Albert solo coloco su tibia mano sobre la mejilla de la chica mientras ella dibujaba con la yema de sus dedos las cejas y luego la nariz del chico, haciendolo estremecer bajo su dulce toque – ya estoy bien, no te preocupes – insistió colocando su pequeña mano en la mejilla de Albert quien sintió ahora su corazón explotar de alegría – solo necesito dos cosas de ti – continuo con su sonrisa y mirada dulce – number one, never leave me again – murmuro apenada por lo que decía, sin embargo, era la verdad sin su Príncipe todo parecía oscuro, el rubio solo sonrió feliz de ser tan importante para ella – and number two… I need a lawyer – agrego.
- ¿Para qué? – demando tomando asiento una vez más – bueno… necesito alguien que me ayude con todo esto de las empresas de mi padre… ya no queda nada solo deudas pero… quisiera saber si hay algo que se pueda hacer para evitar su venta, solo me queda el dinero de la venta de las propiedades que mi padre dejo para mi… no se que hacer Albert – confeso triste – prometo ayudarte con todo eso, si me acompañas a cierto lugar – dijo el chico confundiendo a la rubia - ¿cierto lugar? – pregunto con el ceño fruncido - ¿y por qué esa cara? ¿Es que acaso no confías en mí? – pregunto fingiendo indignación – ahhh, no… ¿cómo crees?, claro que si confió en ti – respondió golpeando su hombro – bien… entonces vamos – pidió colocándose de pie y tomando a la chica de la mano quien lo siguió con el corazón tranquilo y lleno de alegría… su Príncipe había regresado y con él la paz a su vida.

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- Terry, Honey… are you Ok? – pregunto Susana cuando lo besaba y el chico simplemente permanecía estático – What happened to Candice? – demando alejándose de ella y observándola con dureza – what do you mean?
- She has a big punch on her right eye, that's what I mean – respondio alzando su voz notablemente enojado – well… I… I...- balbuceaba Susana no sabiendo que decir – no… the question is why do you care? – demando ahora ella cambiando el rumbo de la conversación a su conveniencia - ja – rio Terry - ¿jealous? – pregunto cínico – oh please… ¿me? Jealous of her, por favor – contesto sarcástica aunque enojada ¿Qué diablos se traía Terry con la desgraciada de Candice? – It seems so – agrego mientras sonreía descaradamente – now, answer me Susana… What happened to her? – insistió clavando su oscura mirada en una incrédula Susana, de cuando acá a Terry le importaba una simple sirvientita – I DON’T KNOW – contesto a gritos enojada – Y CREO QUE A TI TAMPOCO DEBERIA DE IMPORTARTE LO QUE LE SUCEDE A UNA SIMPLE SIRVIENTITA – grito furica bajándose del auto, Terry solo bufo golpeando el volante de su auto fuertemente ¿Qué demonios pasaba con él? ¿Por qué le importaba lo que sucediera a una simple sirvieta como Candice? – Susana espera – la llamo mientras se bajaba del auto apresuradamente - Susana – dijo de nuevo tomándola de un brazo - te invito a almorzar – agrego con una sonrisa, la chica solo entorno sus ojos y se libero del agarre retomando su paso, Terry se encogió de hombros y dio media vuelta, ya se había aburrido de toda esta situación y él simplemente no rogaría por compañía – “Vivirás como una sirvienta” – las palabras de Ursulla hicieron eco en su cien – ESTA BIEN – grito la joven vencida, dejando atrás su orgullo y todo por dinero, Terry solo sonrió con autosuficiencia – que fácil son las mujeres – pensó dando media vuelta para encontrarse con la figura de Susana Marlowe sonriéndole de regreso – pero primero debes acompañarme a entregar esto – agrego mostrando una carpeta, Terry solo sonrió como respuesta y se acerco a ella quien entrelazo su brazo al de él sonriente – eres fácil de manipular Terrence Granchester – pensó mientras sonreía triunfadora, si hoy sucedía lo que esperaba… pronto seria Mrs. Granchester.

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( 1 Litre no namida)

- ¿Qué hacemos aquí? – pregunto confundida mirando a ambos lados del lugar, estaban en lo que parecía un Campus universitario – pues… te presento tu alma mater – contesto caminando delante de ella, Candice permaneció estática - ¿Qué? – pregunto al fin apresurándose tras él - ¿Qué quieres decir con eso Albert? - demando parándose frente a él – bueno… digamos que has ganado una beca para estudiar aquí – respondió, Candice abrió sus ojos como platos, abría y cerraba su boca incrédula, tratando de articular palabra pero la sorpresa no la dejaba – pero… pero… ¿Cómo? – pregunto algo aturdida – ¿recuerdas el cuaderno que me prestaste? – demando, la joven solo asintió – pues… se los mostré a mi jefe y le encantaron, así que ofreció una beca para ti – continuo con su explicación – no… ¿es en serio?.
- Uju
- AHHHHHHH – grito la chica lanzándose sobre Albert quien la levanto por los aires mientras sonreía Feliz – ¡eres lo máximo Albert! – exclamo besando su mejilla y corriendo hacia la entrada del Chelsea College of Art and Design, Albert solo llevo su mano a la mejilla tocada por los dulces labios de una hermosa hada – oye Príncipe… ¿vienes o no? – dijo emocionada capturando la atención del chico quien corrió hasta su lado, el tiempo voló sin siquiera notarlo, ambos sonreían y se divertían como dos personas que se conocían desde hacia tiempo, con los minutos Candice fue recuperando su sonrisa y mirada perdida, cosa que reconforto al rubio, no le gustaba verla triste o peor aun… llorar, así que hizo todo lo posible por hacerle olvidar sus penas aunque solo fuera por poco tiempo – toma – dijo entregándole una taza de café – gracias – contesto sonriente – Candice
- Mmmm – respondió mientras sorbía el tibio líquido y calentaba un poco su cuerpo - ¿Qué pensarías si yo comprara la empresa de tu padre? – demando, Candice solo se detuvo en seco y lo observo con el ceño fruncido, Albert la miro nervioso, que tontería acababa de decir – jajajajaja – rio la chica divertida – ¡que ocurrente! – exclamo, Albert sonrió débilmente – ojala y pudieras hacerlo, estaría más tranquila de que alguien tan honesto y trabajador como tu se hiciera cargo de ella – agrego, Albert sonrió con cierta idea en su pequeña cabeza – oye Príncipe – lo llamo obteniendo su atención – te ves lindo con gorra pero… me gustas mas sin ella, ya que así puedo ver como brillan tus ojos cada vez que sonríes – concluyo para alejarse apenada por su comentario.

(Final de la canción)

- Asi que... ¿no piensas decirme lo que le paso? – pregunto trayendo de regreso el tema Candice, simplemente no había podido sacársela de la cabeza – su novio la golpeo, ¿feliz? – Contesto saliendo del apuro - ¿su novio? – pregunto en un susurro confundido, Cinderella nunca le hablo sobre un novio - ¿asombrado?... pues lo mismo nos paso a nosotras cuando la vimos entrar con semejante moretón – agrego con la intención de deshacerse de cualquier tipo de interés del chico en la sucia de Candice – ¡pobre! - exclamo fingiendo tristeza – pero ¿Qué se le puede hacer cuando le gusta que las maltraten? – pregunto observando como la mirada de Terry se endurecía fija en… - Candice – murmuro al verla allí muy bien acompañada por un chico alto de gorra.
- ¿Me permite mi hada? – pregunto Albert extendiendo su mano, Candice lo observo sin comprender - ¿shall we dance?

(Sad story)
- But… there’s no music – respondió contrariada – ¡whatever! – exclamo tomando su mano y comenzando un balls imaginario – Albert la gente nos mira –susurro apenada – Albert – insistió entre risillas nerviosas – so what? Come on, follow me – pidió danzando mientras la chica lo seguía en su locura y sonreía divertida bajo la mirada envidiosa de Susana y la furia de Terry quien apretaba sus puños y mandíbulas con fuerza, su corazón ardía, la ira se hacía cada vez mas y mas grande en su pecho, su respiración se agito y unas ganas inmensas de matar al hombre que tocaba la cintura y mano de Cinderella en estos momentos se apodero de él, sin poder soportarlo más, dio media vuelta y comenzó a alejarse del lugar encolerizado, Susana observo la situación algo contrariada y sorprendida ¿acaso… acaso a Terry le gustaba la simplona de Candice?


CONTINUARA…………………………………………………………………………………………..

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