– CANDYYYY – grito Ursulla escandalizada - ¿Qué demonios estás haciendo? – pregunto levantándola por un brazo bruscamente – yo… yo… - titubeaba, tratando de hallar una mentira que la ayudara a zafarse de tan comprometedora situación – por favor mamá… está clarísimo… la zarrapastrosa quería besarlo, seducirlo – dijo con rencor, echándole más leña el fuego, Ursulla no hablo, solo cerro sus ojos, Susana simplemente perdía la oportunidad de quedarse callada, Candice solo negaba temerosa ¿Cómo defenderse cuando todo la acusaba? – yo…
- Retírate – pidió furiosa – no quiero ver tu indecente rostro – agrego, la chica solo apretó sus puños incapaz de defenderse, Susana se acerco a Terry para ayudarle a levantar mientras sonreía con sorna – pero…
- He hablado – interrumpió su defensa Ursulla, observándola sobre su hombro, Candice solo respiro hondo y bajo su rostro vencida, Terry sintió cierto malestar y remordimiento – Ursulla… las cosas no son como te las imaginas – hablo el chico sorprendiendo a las presentes – la chica lavo mi auto, inspeccionaba el trabajo realizado cuando sin querer resbale, quise sostenerme de ella pero… me la traje conmigo y lo demás pues ya lo han visto – agrego colocándose de pie - ¿Es cierto lo que dice Terry? – pregunto a Candice quien tenía la mirada fija en el chico, sorprendida, ¿Por qué la ayudaba? - ¿Eh?... si, es cierto – confirmo bajo la mirada de Susana quien no creía una palabra de lo que escuchaba, había algo raro en todo esto ¿sería que Terry se sentía atraído por esta sirvienta simplona?, no era la primera vez que se acostaba con una maid – Muy bien, retírate – ordeno Ursulla – Si Señora – acepto la chica haciendo una pequeña reverencia preocupada, ¿Qué estaría planeando el ricachón ahora?
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- ¿A dónde vas tan temprano? – Pregunto su madre al joven – al parque – respondió despreocupado - ¿al parque?
- Si mamá, al parque – afirmo - ¿Y no piensas comer? – demando más preocupada, últimamente el chico solo desayunaba café y del almuerzo ni se diga – no te preocupes mamá, comeré algo por allí más tarde – respondió sonriente, confundiendo más a su madre quien tenía mucho tiempo sin verlo sonreír de esa manera.
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- Buenos días, ¿se encuentra el Señor Terry? – Pregunto algo nerviosa a la mucama – si, pase por favor – respondió abriéndole paso a la rubia quien contuvo la respiración al ver tanto lujo - ¡Dios mío! Con razón hay tanta gente pobre en este mundo – exclamo estudiando la enorme sala adornada con cristales, cuadros de grandes artistas y costosos muebles de piel – No puedo creer que no preguntaras quien era – bufo Terry algo molesto con Ingrid cuando caminaba hasta la sala - ¡Tu! – Exclamo sorprendido de ver a Candice allí – mmm… hola – lo saludo - ¿Qué haces aquí? – pregunto con cierto desgano – yo… yo… - balbuceaba – Apúrate, de verdad no tengo tiempo y mucho menos para perderlo contigo – agrego con molestia – yo solo quería darte esto – dijo Candice extendiendo sus manos entre las que había un pequeño contenedor plástico - ¿Qué es esto? – Pregunto observándolo con recelo – es una muestra de agradecimiento.
- ¿Muestra de agradecimiento? - pregunto confundido - si… bueno… por haberme ayudado con la bruja... digo con Ursulla – respondió bajo la mirada estudiosa del chico - ¡ahhhh eso! – dijo mientras abría la tasa con apatía - ¿ y esto qué es? – Pregunto desconfiado – es tu desayuno – respondió la chica con una enorme sonrisa - ¿mi desayuno? – demando con el ceño fruncido - ¿sabes qué? Si no lo quieres perfecto, dame acá – dijo molesta caminando hasta el chico para tomar de regreso la comida – espera, espera… es un regalo y los regalos no pueden pedirse de regreso luego de ser otorgados – agrego colocando el recipiente en alto, mostrando sus 1.84 cm de alto, Candice saltaba pero simplemente aquí estaba algo… corta – ¡Ok, whatever! – Exclamo exasperada la chica, colocando sus ojos en blanco para salir del lugar enojada, dejando a Terry pensativo - ¡idiota! Ni siquiera las gracias me dio – bufo fuera del lugar – todos son iguales y a todos los detesto – agrego para comenzar su camino de regreso a casa.
Terry por su parte sonrió divertido, recordando la cara de enojo de la chica, camino hasta la cocina donde tomo el primer bocado, riendo a carcajadas asombrado por el buen sabor, nunca se imagino que la chica fuera buena en la cocina - ¿Terry te encuentras bien? – pregunto Ingrid al joven, sorprendido de escucharlo sonreír de esa manera – es que nunca me imagine que la amargada de la rubia supiese hacer algo… bueno es una mucama pero… no se – respondió confundiendo más a la mujer quien solo se encogió de hombros, Terry siguió comiendo tan sabroso desayuno, era la primea vez que una mujer a parte de su hermana, madre o sirvientes, cocinaba para él, haciendolo sentir...especial.
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- Todos los ricachones son iguales – bufo la chica mientras caminaba hacia su banco predilecto en el parque – ja, no puedo creer que viva con tanto lujo, cuando hay en el mundo tantas personas sin comida o un techo sobre ellos – agrego tomando asiento –a mi simplemente me daría alergia vivir en un lugar así – bufo ahora entrelazando sus brazos.
(Only wind Only wind)
- ¿Alergia a qué? – Pregunto Albert tras ella – AHHHHHHH – grito asustada colocándose de pie rápidamente y golpeando al joven en la barbilla con su cabeza – perdón, perdón – se disculpo apenada observando como el chico apretaba sus azules ojos y acariciaba su adolorida barbilla - ¿te encuentras bien? – pregunto colocando su mano sobre la del chico quien justo allí, al sentir el contacto de la cálida mano abrió sus ojos y se encontró con esas grandes esmeraldas que no había podido sacar de su cabeza – si, no te preocupes – respondió colocando su otra mano sobre la de la joven quien nerviosa retiro la suya sonrojada - deberías de ser luchadora, eres muy buena cabeceando – bromeo el chico tomando asiento y tratando de alivianar un poco el ambiente algo incomodo - ¡Tonto! – Exclamo golpeando su hombro – ayyyyy – dijo adolorido – perdón, perdón – se disculpo de nuevo, el joven solo sonrió y guiño uno de sus azules ojos provocando el revoloteo de miles de mariposas en el estomago de la joven rubia – y se puede saber ¿Por qué peleabas ahora? – Pregunto clavando su mirada en ella – es solo que no puedo comprender el proceder de la gente rica – respondió con algo de enojo - ¿Qué quieres decir? – demando cauteloso – pues… creen que el mundo es suyo y el resto solo estamos allí por alquiler – contestó con incredulidad – y... ¿con eso te refieres a toda la gente rica o a una sola persona en particular?
- A todos en general, son tan prepotentes y presuntuosos, no los soporto – agrego colocando sus ojos en blanco, Albert permaneció en silencio, pensativo ¿Cómo decirle que él era uno de esos ricachones que ella tanto detestaba? – vamos Candy… no digas eso – dijo el chico - ¿Por qué? ¿Acaso tú conoces uno que se comporte diferente? Tu jefe a lo mejor – dijo – porque si es así, la mía es una bruja y una hija de su mamá con b y h mayúscula – agrego, Albert solo sonrió – y ¿tú qué haces? – pregunto indagando en la vida de este guapo rubio – bueno yo… yo…
- Ya va, no me digas, mmm…. Déjame ver – lo interrumpió pensativa – chofer, no, no, no, no – continuo con su adivinanza – mmm… tiene que ser algo mas importante – agrego - ¿Por qué lo dices?
- Pues… por tu forma de hablar tan educada, dominas otro idioma a parte del nativo, no lo sé… pareces uno de ellos – respondió – no, no ¿Cómo crees? ¿Yo? ¿Un niño rico? Para nada – mintió temeroso de ser juzgado de mala manera y tener que olvidarse de tan hermosa joven – soy asistente de un importante empresario – prosiguió con su mentira - ¡buen trabajo! – exclamo – y ¿Para quién…
- ¿No tienes hambre? – la interrumpió Albert, no deseando ser descubierto en su mentira – si – afirmo – Ok, entonces, te invito a desayunar y así continuamos con nuestra conversación – propuso colocándose de pie y extendiendo su mano, la chica lo observo por unos segundos – está bien – acepto la invitación y la mano de su apuesto y dulce príncipe.
(Final de la canción)
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- Buenos días – saludo Terry a María quien abría la puerta de la Casa Blanco – Buenos días joven Granchester – saludo de regreso la mujer – pase por favor – pidió abriéndole paso – si busca a la Señorita Susana, salió hace poco y…
- María ¿la amargada esta? – Pregunto confundiendo a la mujer con la pregunta – Perdón, perdón – se disculpo al notar la confusión en la mujer de no saber por quien preguntaba el chico – me refiero a Candy – aclaro – y ¿Para qué busca el joven a mi niña? Si se puede saber – pregunto con el ceño fruncido, curiosa – es solo que… quiero agradecerle algo – respondió desinteresado – no, Candy no está – dijo la mujer aun algo escéptica – pero si quisiera dejarle…
- ¿Su habitación se encuentra donde? – Pregunto preocupando más a la mujer – pero joven…
- No es nada malo María y prometo no causarle problemas a ninguna de las dos – interrumpió el interrogatorio – por favor - rogo – ok, ok – acepto la mujer – sígame por favor – pidió dirigiéndose a la cocina seguida por el chico, atravesando luego un largo pasillo con 4 puertas – la habitación de Candice es la última, donde se encuentra la mariposa – agrego – y por favor lo que tenga que hacer hágalo rápido – pidió, bueno… más bien ordeno – si, no se preocupe María, solo serán unos minutos – dijo mientras caminaba hasta al lugar señalado y entraba a un lugar completamente fuera de este mundo, mágico, podía respirarse en el tranquilidad, paz, inocencia, un lugar totalmente distinto a la habitación de Susana llena de lujos, sofisticación, estudio el lugar enternecido, parecía sacado de un cuento de hadas, lleno de cuadro con flores y mariposas, paisajes con el mar como compañero, tal vez todos ellos pintados por la misma joven, las paredes pintadas con un suave lila, su cama tenia sabanas blancas, tan blancas como la seda, camino perdido en ese aroma embriagante a rosas y observo sobre la peinadora un portarretratos bastante maltratado con la imagen de ella y quien seria su madre, una cajita musical de madera y la historia favorita de la chica cinderella – “es tu desayuno” – recordó la voz y la mirada nerviosa de la chica, esa sonrisa que podía llegar a iluminar la oscuridad más densa, sonrió y coloco una rosa blanca sobre el almohadón de la joven, dio un último vistazo y salió de tan cálido y pacifico mundo creado por Candy, con una rara sensación en su corazón.
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- Gracias – dijo la rubia confundiéndolo un poco - ¿Por qué?
- Por todo – respondió sonriente mientras caminaban de regreso a la estación del bus después de haber compartido un sabroso desayuno juntos – ni lo menciones, fue un placer – dijo sonriendo dulcemente a la rubia quien respondió con el mismo gesto – aun no puedo creer que tus jefes sean precisamente tu madrastra y hermanastra – agrego recordando parte de la conversación tenida, la chica solo sonrió débilmente – así es la vida de rara e incomprensible – murmuro no queriendo seguir hablando sobre eso – perdona… no quise – se disculpo apenado notando cierta tristeza en el rostro de la joven – no me importa recordar mi historia, es solo que… cada vez que recuerdo que ella es mi madrastra, recuerdo también que mi padre y madre ya no están – dijo en un suspiro – lo siento – se disculpo entristecido – no te preocupes, todo está bien, tengo a nana y a Sarah.
- Y a tu príncipe – agrego el chico provocando que lo mirara apenada – uhhh… el bus me deja, nos vemos – dijo agradecida de que su medio de transporte apareciera – heyyyyy…. ¿NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR? – Grito, la joven corría lejos de él – SI… MISMO LUGAR Y MISMA HORA – respondió antes de aborda el autobús y observar por la ventanilla a su encantador príncipe.
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- ¡Terry! – Exclamo Susana sorprendida al verlo salir de su casa, el joven se había quedado bajo el ofrecimiento de una humeante taza de café, amenizada por una conversación con las mujeres, el chico solo detuvo su paso – vine por ti… pero como no estabas decidí retirarme - mintió rápidamente, el haber salido con más de una a la vez, lo había ayudado a desarrollar tan útil habilidad – ¿Dónde estabas? – demando – Salí por unas cosas, pero necesito ir a la universidad... ¿me llevas? – pregunto mordiendo sus labios seductoramente – seguro – acepto conociendo a donde se dirigía la petición, cosa que simplemente le encantaba.
- I just can’t understand… how a charming person like him can be with a witch like Susana – dijo Sarah hacienda sonreír a María – No tengo la mas minima idea... solo espero que sus acciones, no terminen en lagrimas para mi pecosa – concluyo María retomando sus quehaceres pensativa, tratando de hallar una razón por la cual Terry le agradeciera algo a su niña.
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Susana besaba lascivamente a Terry mientras él acariciaba con sus masculinas manos la parte intima de la chica, haciéndola estremecer con cada toque, su respiración se hacía cada vez más agitada, Terry seguía perdido en la lujuria, simplemente le encantaba otorgarle este tipo de placer a Susana quien con cada beso y caricia despertaba el deseo en él - ¡Ahhhh! – exclamo en un hilillo de voz la joven cuando había llegado al placer máximo y mordía el labio inferior de Terry – ¿te gusto? – susurro el chico quien mordía ahora el lóbulo izquierdo de la chica – me encanto – respondió con respiración agitada – que bueno... porque fue un placer – agrego besando salvajemente los enrojecidos labios de la chica – pero...¿Nos habra visto alguien – pregunto observando a través de la ventanilla del auto con dificultad ya que la joven acariciaba audazmente con su mano su miembro intimo – no lo creo, a esta hora todo el mundo esta en clase – respondió besando ahora su cuello y despertando de nuevo su deseo – I have to go Sussie – dijo entrecortadamente y tratando de detener su tarea – why? – pregunto con puchero.
- Come on, you should be in class and I should be working – respondió abotonando su camisa – but we’re having so much fun – agrego besándolo de nuevo – we continue with this later – dijo con dificultad ya que la joven lo besaba una y otra vez - ¿promise?
- Yes – acepto – now, go – ordeno entregándole el bolso a la joven – thank you – agradeció besándolo una vez mas – it won’t work – afirmo con los labios de ella aun sobre los suyos – Ok, bye – dijo para bajarse del auto y observar cómo se marchaba el joven – you’re so easy Terrence Granchester – concluyo autosuficiente, caminando a clases mientras retocaba su maquillaje.
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- Candice, you’re back – dijo Sarah al verla entrar – yes, What happened? – pregunto mientras tomaba un poco de agua – you had a visit today – agrego – a visit? Who? – pregunto tomando asiento – Terry Granchester
- PUFFFFF – Candice boto por completo el agua que tenía en su boca, mientras tocia sorprendida – ¿quién? – Pregunto de nuevo – el novio de la bruja, ahora podrías explicarme ¿Qué tiene que agradecerte? – dijo María quien entraba a la cocina y se hacía parte de la conversación – ni idea – respondió incrédula, María la observo algo escéptica, sin embargo, su pecosa no tendría porque mentirle – bueno el punto es que vino y dejo algo para ti, está en tu habitación – agrego lavando algunos platos - ¿y qué es? – Pregunto – no lo sé, el mismo entro a tu habitación y allí lo dejo – respondió encogiéndose de hombros - ¿Qué? – demando consternada – pero… ¡no puedo creerlo! – exclamo algo enojada de que lo dejaran entrar a su habitación, se coloco de pie y sin decir más se dirigió a su cuarto, el cual estudio detenidamente hasta que sus ojos se encontraron con una rosa blanca sobre su almohadón y una nota.
Dear YOU…
No se di agradecerte el hecho de que hayas lavado maravillosamente mi auto
- ¡Idiota! – exclamo la joven
O el sabroso desayuno preparado,, por una o por la otra… gracias.
P.d: deja de ser tan gritona y comienza a comportante como una señorita.
Terry
-¡JA! – rio colocando sus ojos en blanco – una señorita, como si el supiera lo que es eso – agrego incrédula y aspirando el dulce aroma de la rosa – muy bueno el gesto… aunque no le quita lo odioso y repelente – concluyo arrugando la hoja de papel y aspirando una vez más el suave aroma de la rosa.
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( Utada hikaru, First love)
- “Mi padre murió hace 3 años y a partir de ese día, pase a formar parte de la servidumbre” – recordó las palabras y la mirada triste de la rubia – Candy… ¿Qué puedo hacer para ayudarte? – se pregunto preocupado por la felicidad y bienestar de la chica.
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- "Es tu desayuno… está bien si no lo quieres dame acá” – recordó la escena de esta mañana mientras reía divertido, no entendía como una chica podía ser tan independiente, impulsiva y autosuficiente - ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ti? – se pregunto, perdido en la verde mirada y hechizado por la joven rubia.
(Final de la canción)
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- ¿Qué lees? – Pregunto arrebatándole la nota arrugada a Candice de su mano - no sé si agradecerte el hecho de haber lavado maravillosamente mi auto o el sabroso desayuno preparado – leía Susana burlándose - ¡que cursi! – Exclamo colocando los ojos en blanco – devuélvemela – pidió entre dientes enojada – ¡ja! – rio incrédula Susana - ¿tu? ¿Dándome ordenes a mí? Por Favor – bufo – DEVUELVEMELA - grito forcejeando para quitársela – Te... Te... Terry – murmuro Susana sorprendida mirando fijamente a Candice quien se detuvo nerviosa - ¿Por qué demonios Terry te escribió esta nota? – pregunto entre dientes observándola con odio, Candice permaneció en silencio – CONTESTA – ordeno a gritos - ¿POR QUE TERRY TE AGRADECE? ¿POR QUE TERRY TE ESCRIBE A TI? – pregunto acercándose a ella y tomándola por el cuello de su camisa – eso… a ti… no te importa – respondió entre dientes la chica disfrutando la cara de confusión de la joven – está bien, como quieras – bufo la chica saliendo del lugar - ¡ya verás sucia! – exclamo mientras subía las escaleras, Candice seguía pensativa, no comprendía la reacción de la chica.
(Moo jwe)
– No – murmuro entendiendo al fin lo que se proponía, corrió hasta la escalera pero ya Susana las descendía con una caja en sus manos – lo repito una vez más y espero esta vez contestes... ¿Por qué diablos Terry te escribió esa maldita nota? – Pregunto pasando por su lado y caminando hasta una de las salas, la más pequeña, donde se encontraba la chimenea - ¿Qué piensas hacer? – Pregunto ahora la rubia temerosa, acercándose a ella cautelosamente – RESPONDE SUCIA – ordeno – YA TE LO DIJE, ESO NO ES TU MALDITO PROBLEMA GOLFA – grito enojada – ¡Tu lo decidiste! – exclamo lanzado a la chimenea encendida el contenido de la caja – NOOOOOO – grito corriendo hasta el lugar para tratar de tomar algunas de las fotografías, sin embargo, fue imposible, el fuego ardía, desapareciendo con el todos los recuerdos de la joven – ¡AHHH! – exclamo cuando había quemado su mano derecha al intentar sacar de nuevo alguna fotografía – no – susurro dejándose caer sobre el frio suelo mientras las lagrimas salían de a poco – ¡Ju!, ¡eres una tonta! – Exclamo enojándola – TE VOY A MATAAAAAAAAAR – grito abalanzándose sobre ella y tomando su cuello entre sus manos – suéltame, suéltame – pidió Susana forcejeando con ella pero simplemente no podía – suel.. Suéltame – dijo ahora dificultosamente el aire comenzaba a faltar – let her go Candice, let her go sweetie – pidió Sara desesperada al ver la escena - come on Candy, let her go.
- No, ella merece morir, merece pagar cada una de mis lagrimas – respondió apretando aun más el cuello de la ojiazul – no honey, she is not worth it - agrego tomando sus manos – please – pidió mirándola como su madre solía hacerlo, Candice lentamente soltó el agarre, liberando a Susana quien tocia sin parar - ¡ERES UNA MALDITA LOCA! – exclamo entrecortadamente – mi madre sabrá sobre esto y te juro que iras a la cárcel.
(Final de la canción)
- ¿A la cárcel? Si claro – dijo con ironía – claro que si, por intento de asesinato – agrego Susana observándola con odio, la puerca de Candice estaba perdida – but Miss, there was no murder intent – dijo Sara rápidamente - ¿Qué? Pero si tu eres testigo, tu lo viste, intento ahorcarme – dijo tocando su cuello – No, I’m sorry Miss but… I didn’t see anything – respondió la mujer negando con su cabeza y seguridad - ¡you bitch! – exclamo enojada – you’re gonna pay this, I swear you will –concluyo para salir del lugar como alma que llevaba el diablo, vociferando y maldiciendo – Honey, are you ok? – pregunto acercándose a ella – yeah… don’t worry about it – respondió alejándose cabizbaja y conteniendo las lagrimas; Sara solo la observo bastante triste – Sweetheart and What about that? – Pregunto señalando las fotografias que ardían en el fuego o las cenizas que quedaban de ellas – esto – respondió regresando y lanzando sobre el fuego, el agua contenida dentro de un jarrón – but… ¡Oh no, the fire destroyed everything! – exclamo la mujer triste.
– I don’t really care – agrego la chica entre enojada y decepcionada, Sara solo observo como una decaída Candice salía del lugar, la joven inhalo y exhalo tantas veces como pudo, con tal y retener las lagrimas que aun y por el gran esfuerzo realizado, salían sin remedio - ¿Por qué? ¿Por qué me abandonaron así? ¿Por qué se fueron sin mí? – pregunto mirando al oscuro cielo - Si eres tu mamá… respóndeme por favor – pidió observando la única estrella en el firmamento - ¿Cuándo dejare de vivir semejante infierno? – demando ahora apretando fuertemente sus puños – quisiera desaparecer, morir y poder reunirme con ustedes – agrego dejándose caer al frio pasto – y sentir así de nuevo tus cálidos brazos, poder observar una y otra vez la dulce sonrisa de papá, poder escuchar ese te amo pecosa que tanto extraño, poder escuchar tu voz decirme que todo estará bien, que pronto todo acabara – dijo mientras las lágrimas salían de nuevo – pero sé que… no todo estará bien, no mientras siga con esas brujas – agrego observando con rencor la casa tras ella – ay papá, mamá, ¿Dónde están? ¿Por qué me abandonaron de esta manera? – pregunto entre sollozos observando la pálida luna – quiero verlos, solo una vez, solo una vez… necesito escuchar que todo estará bien, que pronto esta pesadilla acabara y todo será eso… un simple y mal sueño – pidió entrecortadamente, sintiéndose inútil y atada de manos – que tonta eres Candy, tus padres están muertos, TERMINA DE ACEPTARLO DE UNA BUENA VEZ - concluyo limpiando las lagrimas bruscamente y caminando de regreso a la casa embrujada, su cárcel.
(Final de la canción)
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- I love having sex with you – dijo Terry encendiendo un cigarrillo después de haberse acostado con Susana una vez más – Terry, what were you doing in my house today? – pregunto la chica clavando su azul Mirada en Terry quien solo dio una fumada – Terry why did that dirty maid have a letter from you? – Pregunto ahora enojada – What are you thankful for? – siguió con su interrogatorio, Terry solo sonrió – First… If I’m not wrong… her name is Candy.
- ¡Oh please! – exclamo ella colocando sus ojos en blanco – and second… what I did or the reason why I was in your house today… It’s not your damn business – agrego cínico – How can you say that? We’re together… we’re a couple – dijo ella ofendida – yes, we’re a couple but… remember we’re free to do whatever we want to do, besides… I don’t like to be attached to just one girl, it’s not my style… It doesn’t really fit me – agrego con sonrisa bufona enojando a la chica – I don’t like to give explanations to anyone – concluyo con mirada fría, enfureciendola aun más – you know what? ¡FUCK YOU! – exclamo la chica colocandose de pie, enrollada en la sábana blanca para recoger su ropa toda esparcida – oh come on Susana, Stop, you’re being too childish - dijo colocando sus ojos en blanco, algo cansado de los berrinches de la chica.
– if you’re with me, you are with me – dijo levantando el tono de su voz enfureciendo a Terry – Listen to me Susana, It’s when I want it and where I want it, no one gives me orders or tells me what I should or shouldn’t do, Is that clear? – agrego Terry colocandose de pie rápidamente y tomándola por uno de sus brazos, llevándola hasta la pared y recostando su cuerpo desnudo al de ella, ya que la sabana había caído al suelo – not even you – susurro apretando aun mas su mano – really? – pregunto la chica acercando sus labios a los suyos y poder lamerlos – because I know the best way to change your mind – agrego mordiéndolos ahora, despertando una vez más el deseo en Terry quien la tomo fuertemente por el cabello, para besarla apasionadamente y comenzar una vez mas tan lujuriosa danza.
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"- ¿Cómo estás? – Pregunto Albert a la joven rubia con quien se encontraba en el mismo lugar y a la misma hora desde hacía semanas – estoy bien – respondió con sonrisa fingida, cosa que venía haciendo desde hacia muchísimo tiempo - ¿segura? – Insistió, cansado de fingir el no notar su cambio anímico – si… y ya no insistas por favor – pidió cortante – vamos rubia ¿Qué pasa? ¿Por qué tanta tristeza? – Insistió.
(Instrumental, A love to kill. 6)
– Ja… ¿Por qué?... Porque estoy atrapada en esa cárcel, deseo correr y nunca más regresar, desaparecer por el resto de mis días – respondió mientras una solitaria lagrima escapaba de sus verdes ojos – y entonces… ¿Por qué no lo haces? – pregunto algo entristecido – porque si huyo… el trabajo de mi padre, el trabajo de toda su vida, su sueño y sus alegrías… desaparece en manos de Ursulla Marlowe… y yo simplemente… no lo creo justo – contesto entrecortadamente, tratando de contener sus lagrimas – pero…
- Ya he perdido todo… no quisiera perder eso también, además, solo debo esperar unos pocos meses, cuando cumpla los 21, todo o al menos lo poco que queda pasara a mis manos – agrego interrumpiendo al chico mientras limpiaba sus lagrimas – yo no me preocuparía por la empresa sino mas bien… por ti – dijo dulcemente tomando la mano izquierda de la chica entre las suyas – yo estoy bien, no te preocupes Príncipe, que soy toda una luchadora – afirmó con una suave sonrisa para el chico, agradecida por la preocupación del joven rubio - ¿qué es esto? – Pregunto tratando de cambiar el tema y observando un cuaderno que yacía en las piernas de la chica - ¿esto? – Pregunto mostrándolo – otro tonto sueño – agrego sonriendo débilmente - ¿puedo? – Pregunto colocando su mano sobre el cuaderno, Candice solo se encogió de hombros como respuesta - ¡WOW! - exclamo sorprendido al ver los diseños de la joven - ¿son tuyos? – Pregunto – uju – asintió – vaya… son muy buenos, deberías de estudiar diseño o arte – agrego sorprendiéndose cada vez más con cada diseño – las sirvientas como yo, no podemos pagarnos la universidad – respondió con amargura – Candy…¿me lo prestas? – pregunto el joven rubio tratando de hallar la manera de ayudarla – si… total… es solo un sueño – respondió con la mirada fija en la nada, entristeciendo aun mas a Albert, la Candy que conocía desaparecía de a poco bajo el mando de las brujas."
- Al… ¿estás bien? – le preguntó Terry preocupado por la lejanía de su hermano - ¿ehh?
- ¿Qué si estás bien? ¿Qué diablos te pasa? – Pregunto confundido – nada… es solo que…
- A ver… dime ¿Cómo se llama?
- ¿Cómo sabias que…
- Solo una mujer puede colocarte en este extremo – respondió a la pregunta de un sorprendido Albert - ¿Es hermosa? ¿Qué tal esta? – Pregunto interesado – es hermosísima, algo terca e impulsiva, transparente y con una sonrisa… que alumbra la más densa oscuridad… no te imaginas – respondió imaginando el rostro de la chica – pero..
- Tiene muchos problemas, no te imaginas cuantos.
- Si… pero no hay nada imposible para Albert Granchester – dijo Terry tratando de darle ánimos a su hermano – es solo que esta vez… el dinero… no podrá ayudarme – agrego decaído - ¿seguro? – Insistió Terry mientras una gran idea se creaba en la cabeza de Albert – gracias hermano… ¡Eres un genio! – Exclamo colocándose de pie abruptamente – eso ya lo sabía – dijo autosuficiente - ¿y qué piensas hacer?
- Ya lo sabrás, pero ahora necesito hablar con George – respondió mientras salía de su oficina – ¡Como idiotizas corazón! – exclamo colocando sus ojos en blanco, feliz de no haberse enamorado nunca… hasta ahora.
(Final de la canción)
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- Candy, Honey, Can you take this to the dinning room, please? - pidió Sara a la chica quien solo bufo enojada – Are you ok? – Pregunto contrariada – yes, don’t worry about it – respondió secamente mientras salía de la cocina - ¿y qué paso ahora?
- She’s sad – respondio Sara – what do you mean? – demando acercandose a ella – … she… probably misses her parents… that’s what I mean – mintio nerviosa, no queria darle más preocupaciones a María.
- Ay mamá, no te imaginas lo bien que me fue hoy – comentaba Susana – uno de mis diseños fue elegido para la muestra ANUAL – dijo con emoción mientras Candice entraba – uhhh ¿Qué es ese olor? – pregunto tapando delicadamente su nariz, Candice solo respiro hondo, mientras servía a Brursulla – sabes mamá, deberías de exigirle a todo el personal, bañarse todo los días, o al menos que utilicen un jabón decente, que horrible apesta – agrego observando fijamente a la ojiverde – aun no comprendo como mi madre no se ha deshecho de ti – murmuro por lo bajo - calma Candy, calma – se repetía - ¡buena para nada! – Exclamo – al diablo.
- AYYYYYYYYYYY – gritaba Susana cuando Candice lanzaba sobre ella la jarra del agua – mamá, mamá – llamaba desesperada – a ver si así aprendes gusana inmunda – dijo entre dientes - ¿Cómo te atreves? – Pregunto Ursulla quitándole la jarra de las manos – ME ATREVO AL IGUAL QUE USTEDES SE ATREVEN A ROBAR MI DINERO, EL DINERO QUE MI PADRE TRABAJO POR TANTO AÑOS – grito enojada - ¿Qué acabas de decir? – Pregunto entre dientes acercándose a ella amenazadoramente – lo que escucho, que usted y su pequeña hija no son más que unas simples trepadoras…
- PLAF – la cachetada propinada por Ursulla tomo por sorpresa a Sara y a María quienes entraban asustadas por los gritos, no era la primera pero era la que colmaba el vaso – TE JURO URSULLA MARlOWE QUE MUY PRONTO NO VERAS UN SOLO CENTAVO DE LA FORTUNA DE MI PADRE, TE LO JUROOO – grito enfurecida y saliendo del lugar con su mano sobre su roja y ardida mejilla – Candy cariño – dijo María cuando la chica paso por su lado quien solo hizo caso omiso – Sarah… María, recojan este desastre.
- But Madame…
- HAGAN LO QUE LES ORDENO – pidió a gritos a las mujeres quienes solo obedecieron – y tu… acompáñame, tienes que cambiarte – dijo a Susana quien se coloco de pie con una sonrisa triunfante, había llegado el fin de la MALDITA DE CANDICE BLANCO.
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- ¿Y que con esa cara? – Pregunto Ana al ver como Albert hacia su maleta con desgano – nada – musito en un suspiro.
"- George necesito que hagas algo por mi – dijo el chico al otro lado de la linea – dígame Señor.
- Necesito que hagas el papeleo necesario para ofrecer una beca de estudio – agrego con una sonrisa – está bien Señor, pero necesito las bases del concurso, a través de las cuales será otorgada.
- Nada de eso, ya la persona ha sido elegida – dijo contrariando al hombre – pero señor… no comprendo.
- George, la beca será un regalo para una amiga, solo que ella no puede saber que soy yo quien le otorga esta beca – agrego ahora confundiéndolo más - pero…
- No te preocupes George, te explicare todo pronto – dijo mientras sonreía divertido por el tono de desconcierto en la voz del hombre – y sus datos personales te los hago llegar mañana después de que la vea, lo único que se, es que se llama Candice Blanco, que tiene 20 años y que es hermosa – agrego mientras George comprendía todo – pero Señor, mañana a primera hora sale su vuelo a Tokyo – dijo mientras Albert cerraba sus ojos contrariado – su reunión con los empresarios japoneses – agrego mientras Albert recordaba todo y entrecerraba sus azules ojos decepcionado - ¿ Y no puede cancelarse? – Pregunto desesperado – Señor – musito reprobatoriamente George, este negocio era importantísimo para la expansión de las tiendas Harrots y Asia era un punto clave – lo sé… lo sé – susurro colocando sus ojos en blanco, aceptando el hecho bastante decaído, aunque apresuraría todo lo mas que pudiera, para regresar a Londres y verla de nuevo."
- Estare de regreso pronto… lo prometo – musito mientras acariciaba el cuaderno de la chica, lo acariciaba tan suavemente como si fuera su dulce rostro.
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- “La vida puede llegar a ser injusta algunas veces”- recordó lo dicho por su madre cuando había perdido su primer concurso de dibujo en la escuela, gracias a una fractura en su brazo derecho – “pero queda de tu parte, aprender de estas injusticias y convertirte en una persona más fuerte, o a lo mejor… viene acompañada de alguna sorpresa, un regalo de la vida” – Candy sonrió irónica entre lagrimas ¿Qué podría aprender de semejante injusticia? Se pregunto mientras se limpiaba las lagrimas bruscamente – creo que esta vez, te equivocaste mamá, no hay ningún aprendizaje o un final feliz para mí en esta vida – concluyo mientras las lagrimas escapaban de nuevo de sus verdes ojos, Candice se acurruco una vez más bajo su abrigo, mientras esperaba la llegada del brillante sol al igual que la de su rubio Príncipe.
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- I’m so worried about Candy – le dijo Sara a María, no habían podido dormir en toda la noche, la chica no había regresado - ¿Dónde estás mi niña? – Pregunto con la mirada fija en la parte trasera de la casa - ¿No ha regresado aun? – pregunto la fría voz de Ursulla – no Madame, maybe we should go out and try to find her – opino Sara – nada de eso, si no ha regresado es porque no se le viene en gana o a lo mejor quien sabe que otra cosa esta haciendo – esto último lo dijo con sarcasmo, tratando de decir algo impropio de la joven – voy a buscarla – musito enojada María, si se quedaba un segundo más allí, difícilmente se controlaría de golpear a Ursulla – Si colocas un pie fuera de esta casa, ni se te ocurra regresar – amenazo Ursulla – me importa un…
- Don’t worry Madame, we’ll stay here until she comes back – interrumpió Sara el grandísimo error que cometería María si se iba así, Ursulla observo por última vez a las mujeres antes de salir de la cocina ignorando todo los improperios que María decía en su contra, María era simplemente el anzuelo que haría regresar a Candice y con ella el dinero.
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- Buen viaje señor – deseo George a Albert quien decaído pasaba a través del detector de metales – no olvides buscar a Candy y hablarle sobre lo que te pedí – le recordó Albert mientras se dirigía a la puerta de abordaje y permitir que el amor verdadero se convirtiera en una sola alma.
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- Susana, querida ¿Cómo estás? – pregunto Eleanor a su siempre bien recibida pronta nuera – muy bien Eleanor, aunque no tan bien como tu – la elogio inteligentemente – ay gracias – dijo la mujer agraciada con la joven rubia – Susana… voy de salida, ¿te gustaría acompañarme? – Pregunto la mujer cortésmente – quiero ver a Karen, el día de ayer se me hizo imposible ir a verla, ¿me acompañas? – Agrego – ay… claro que si – respondió con fingida alegría, siguiendo a Eleanor en su camino, contestando su cell que sonaba en ese momento - ¿Where are you? – Pregunto Terry al otro lado de la línea mientras abordaba su auto – I’m with you’re mum – respondió la chica sonriente - ¿with my mum? – Pregunto sorprendido - ¿Why?
- Bueno… fui a tu casa a saludarla y me pidió que la acompañara a visitar a Karen – respondió mientras Eleanor le preguntaba si era Terry y ella asentía - ¿Tienes planes para esta noche? – pregunto sin siquiera notar que había bañado por completo a una transeúnte cuando pasaba por una laguna de agua provocada por la matinal lluvia – no, ¿Por qué lo preguntas? – Dijo haciéndose la inocente – bueno, quería… ¡WHAT THE HELL! – Exclamo deteniendo el auto, bastante asustado por el ruido del vidrio trasero haciéndose añicos – son of a…
- ¿Qué pasa? – pregunto Susana alarmada por la actitud de Terry y el estruendoso ruido de algo rompiéndose – I’ll call you later, bye – dijo cortantemente mientras se bajaba del auto y observaba como la culpable de todo se alejaba a la carrera – HEYYYY, STOPPP!!! – grito corriendo tras ella – STOP HER, PLEASE SOMEONE STOPS HER – pedía acelerando el paso y aprovechando su altura – stop – pidió una vez más – I said stop – ordeno con voz fuerte y tomando a la joven por uno de sus brazos – déjame ir, suéltame – pedía la chica algo asustada – suelta…, WHAT?
- NOOOO, YOU MUST BE KIDDING!!!!
CONTINUARA....................................................................
